La familia denunció a la policía la desaparición de Aurora, de tres años.
Según sus familiares, la niña salió sola de la casa y desapareció.
La policía comenzó a buscar en la zona boscosa y las colinas alrededor de Southern Downs en Queensland, pero no pudo encontrar ningún rastro de la niña.
El sábado por la mañana se sumaron a los trabajos más de un centenar de voluntarios del Servicio Estatal de Emergencias y vecinos de la ciudad.
Sólo a las ocho lograron encontrar a Aurora, que pasó unas 15 horas en la cima de una colina densamente cubierta de arbustos.
La primera voz débil de la niña la escuchó la abuela de Aurora, Leisa Bennett.
Corrió a la cima de la colina, donde vio un perro que le mostró el camino hacia la niña.
Se trataba de un perro sordo y casi ciego de 17 años, Max.
Resultó que el perro pasó toda la noche junto a Aurora, calentándola con su cuerpo y esperando que llegara ayuda.
A pesar del clima fresco y húmedo, la niña no resultó herida, salvo deshidratación y un par de rasguños.
Aurora olía fuertemente a perro porque durmió toda la noche abrazada a Max.
Según el informe policial, la niña desaparecida fue encontrada a dos kilómetros de la casa dentro de la propiedad privada que pertenecía a su familia.
A pesar de la distancia relativamente corta, la búsqueda de Aurora estuvo plagada de dificultades. Porque la casa está situada en una zona montañosa y densamente cubierta de maleza.
Los voluntarios tuvieron que moverse con mucho cuidado, evitando pendientes pronunciadas cubiertas de arbustos y musgo.
Según la policía, la niña tuvo mucha suerte de no resultar herida y sobrevivir.
La familia de Aurora está muy agradecida con Max por no abandonar a la niña y ayudar a salvarla.
Por su heroísmo, se le concedió el título de “perro policía honorario”.