Pobladores locales informaron sobre la desgarradora situación de un cachorro abandonado en un canal seco. Cuando llegó el rescatista, escucharon al cachorro llorar desde lo más profundo del canal. Al rescatar al cachorro, se pudo comprobar que el cachorro había estado descuidado durante unos días y su piel estaba muy infectada. El canal estaba lejos de la carretera principal, por lo que fue una suerte que el cachorro fuera encontrado a tiempo.
El cachorro durmió bien en la cama del rescatista, recibiendo un cariño que nunca antes había experimentado. Al día siguiente, en la casa del rescatista, el cachorro seguía escondido en un rincón, probablemente debido a los hábitos negligentes de su anterior dueño. Pero poco a poco, con amor y paciencia, el cachorro empezó a salir de su caparazón. Cuando se le daba comida, el cachorro la tomaba lentamente y se le daban baños medicinales para eliminar los parásitos de su cuerpecito.
A pesar de estar asustado al principio, el cachorro comenzó a confiar en el rescatista, permitiéndoles tocarlo más. Su pequeño corazón roto comenzó a abrirse de nuevo y recibió el nombre de “Jenny”. Después de aproximadamente una semana, la piel de Jenny mejoró significativamente e incluso comenzó a crecer cabello nuevo.
La transformación de Jenny fue notable y se veía mucho mejor ahora, pues finalmente tenía una nueva oportunidad de vida. Esta historia destaca la importancia de ser amable con los animales y ayudarlos en sus momentos de necesidad. Aunque el camino hacia la recuperación no siempre sea fácil, con amor y paciencia es posible darles a animales como Jenny una segunda oportunidad en la vida.
¡Dale ME GUSTA y COMPARTE esta historia con tus amigos y familiares!