La muerte es una parte inevitable de la vida de todos. Es algo que nadie puede saltarse o superar, pero también es un recordatorio de que debemos ser amables unos con otros y dejarle una razón a este mundo para que nos extrañe.

Puede que nuestras mascotas no sean capaces de pensar en lo que están haciendo o expresarse de la misma manera que nosotros, pero seguro que saben demostrar todo el amor y cariño que nos tienen… a su dueño.

Y es por eso que los extrañamos tanto. Pero también es una razón por la que los recordamos por el resto de nuestra vida.

Zach Medlin, residente de West Monroe, en Luisiana, es un visitante frecuente del Parque Kiroli, junto con su Staffordshire terrier llamada Serena.

Los dos disfrutan de largas caminatas y perseguir patos (la segunda parte es principalmente cosa de Serena), pero aunque a menudo están en el mismo sitio, Medlin nunca se había dado cuenta de que había una lápida en el parque hasta un día.

Según contó Medlin a The Dodo, Serena estaba jugando con patos cuando notó un inusual trozo de piedra cubierto de hojas y ramas.

Medlin se interesó mucho en ella, por lo que decidió convertirse en detective y examinar la piedra de cerca. Después de deshacerse de las capas de hojas secas, ramas y paja de pino, Medlin finalmente descubrió una lápida.

Y le rompió el corazón.

Lo primero que le vino a la mente fue por qué los dueños del perro decidieron enterrarlo en un parque. Sin embargo, después de leer la inscripción, Medlin supo una cosa: este perro era amado.

“ Buddie, 1928 – 1941 / Nació perro, murió caballero ”

Puede parecer una inscripción breve, pero es más poderosa que miles de palabras. Como lo expresó Medlin para The Dodo:

“ Me reconforta el corazón saber que Buddie llevó a sus dueños a través de la Gran Depresión […] Todos los perros merecen una lápida ”.

Medlin estaba interesado en saber qué se decía en la piedra, pero Lora Peppers llevó la investigación a un nivel completamente nuevo.

Publicó el monumento, “Buddie The Dog”, en el sitio web “Find A Grave”, con fotografías de la lápida y sus hallazgos sobre Buddie.

Básicamente, hay dos historias dando vueltas sobre el doggo enterrado en el parque.

Una versión dice que Buddie era una mascota y el héroe del campamento de verano local de los Boy Scouts, como afirmó Lora en el memorial:

“ Uno de los exploradores se alejó nadando del grupo y se metió en problemas. Buddie el perro comenzó a ladrar furiosamente para alertar a todos y luego se sumergió en el lago. Los niños fueron alertados por los ladridos del perro y pudieron salvar al niño que se estaba ahogando. Buddie no tuvo tanta suerte. “

Desafortunadamente, no logró encontrar ninguna evidencia que respalde esta versión, ni siquiera un artículo o escrito sobre la historia, por lo que siguió siendo un mito más que un evento real.

Sin embargo, lo que Peppers logró descubrir fue que había una pareja propietaria de un Setter irlandés llamado Buddie… el Sr. y la Sra. Jones.

Aparentemente, al Sr. Jones le encantaba pasar tiempo en Kiroli Park con su doggo, por lo que probablemente decidió enterrarlo allí.

Puede que la verdad nunca se revele, pero sea lo que sea, reunió a muchas personas en la publicación de Medlin en Facebook, como dice uno de los comentarios:

” Increíble. 80 años después, la memoria de Buddie ha unido a 29.000 desconocidos en todo el mundo. ¡Qué buen chico! “